Legado 2019, Douro Tinto Doc
Desde su primera edición, Legado se ha convertido en un homenaje vivo al sueño de Fernando Guedes, que idealizó este vino como un tributo al Douro, a la tradición vitivinícola de la familia y a la transmisión de sabiduría entre generaciones. La cosecha de 2019 acaba de llegar al mercado.
En una ladera de viñas centenarias de la Quinta do Caêdo, nació una historia de pasión, tradición y visión. El origen de Legado se remonta a 2008, pero sus raíces van mucho más allá en el tiempo. ¡Se trata de un vino que tardó en nacer!
Fernando Guedes simboliza la segunda generación de la familia Guedes al mando de Sogrape, y con Legado quiso darle cuerpo a los valores y saberes heredados a lo largo de toda una vida. Fue uno de los tres primeros enólogos portugueses (1956). Estaba fascinado por las tradiciones y las narrativas, y estaba plenamente dedicado a su familia. Soñaba con un vino capaz de capturar la esencia del Douro y transmitir los valores de un negocio familiar profundamente enraizado en esta tierra. Así nació Legado, un vino de terroir que homenajea el pasado al tiempo que brinda al futuro.
Para Fernando da Cunha Guedes, actual Presidente de Sogrape e hijo del creador de Legado, el lanzamiento de cada nueva cosecha es un momento solemne: “Legado es un testimonio de la visión de mi Padre, de sus valores y pasión por la vida y por el vino. Con cada botella de Legado, celebramos el pasado, vivimos el presente e inspiramos a las generaciones futuras a seguir este camino de sabiduría y dedicación”.
En el corazón de Legado está la Quinta do Caêdo, un verdadero tesoro vitícola con 8 hectáreas de viñas centenarias. Se trata de cepas pre-filoxéricas plantadas en bancales que parecen desafiar al tiempo y a la gravedad. En este anfiteatro natural coexisten más de 25 castas diferentes, creando un museo vivo de la viticultura del Douro, donde cada vid cuenta una historia.
El cuidado y conservación de estas viñas es un acto de respeto por la tradición y por la tierra. Anualmente, caballos con arados recorren los distintos niveles, arando el suelo y eliminando hierbas de forma totalmente biológica, conservando el equilibrio de este ecosistema y respetando el ciclo natural de la viña. La vendimia, realizada totalmente a mano, mantiene ese mismo respeto y cuidado, con cosechas realizadas en varias fases para garantizar que cada variedad alcance el punto de maduración ideal.
En 2019, un año vitícola marcado por condiciones climáticas extraordinarias, esa prudencia se reflejó de manera aún más especial en la calidad de las uvas, y el resultado es un vino excepcional.
De color rubí profundo, la cosecha de Legado de 2019 cautiva inmediatamente los sentidos. En nariz, se revela intenso y complejo, con notas de frutos negros maduros harmoniosamente entrelazadas con toques balsámicos, de brezo y resina. También hay matices de sous-bois y especias que hablan de la tierra antigua donde crecen las viñas. En boca, es una experiencia de textura y sabor. Denso y voluminoso, presenta taninos de calidad excepcional equilibrados por una acidez refrescante. Sabores de frutos negros, especias y trufa se desdoblan en el paladar, culminando en un final largo y elegante que deja una memoria duradera.
Legado, con solo unas 2.600 botellas producidas, es más que un vino raro, es una obra prima soñada por Fernando Guedes y un símbolo del compromiso continuo de Sogrape con la excelencia.