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i-GRAPE

i-GRAPE

IMPACTO

Obtener resiliencia gracias a la gestión de la variabilidad

Descripción

El potencial de calidad del vino depende, entre otros, de la composición de las uvas en el momento de su cosecha. Por ello, la fecha en la que tiene lugar la vendimia es crucial, puesto que esta composición cambia durante la maduración. Poder observar este proceso a medida que sucede —el aumento del dulzor y el color, o la desaparición de la acidez—, siempre forma parte del imaginario.

Por otra parte, en el actual contexto de cambio climático, donde el agua se está convirtiendo en un recurso cada vez más escaso, es absolutamente crítico garantizar, en ambientes más extremos, la supervivencia de las plantas. Dicho esto, la monitorización del estado hídrico de la vid como herramienta de gestión del riego adquiere aquí suma importancia, puesto que permitirá obtener una mayor y mejor eficiencia en el uso del agua en la viticultura. En la actualidad, el método empleado para determinar tanto la madurez de la uva como el estado hídrico de la planta consiste en recoger, semanalmente y desde que las uvas empiezan a ganar color, un conjunto limitado de granos y hojas en algunos puntos de la vid considerados más representativos. A continuación, se realiza un análisis físico-químico en laboratorio de los primeros y se determina el potencial basal foliar (medición de la presión que hace la planta para extraer agua del suelo, usando una cámara de presión Scholander) de las segundas.

Estas técnicas, desde la recogida de muestras en el campo hasta su análisis, exigen numerosos recursos y presentan errores de muestreo asociados. Sustituir este proceso por un método que funcione en tiempo real y no destruya uvas ni hojas es un objetivo extremadamente ambicioso que, si funciona, aumentará la precisión y la eficiencia del trabajo y eliminará el uso de reactivos químicos, contribuyendo a una mayor sostenibilidad. Con el proyecto i-GRAPE, el laboratorio pasa a estar en el viñedo, se instala literalmente dentro de los racimos en medio de las vides. Se prevé una mejora significativa de la gestión de la producción de uvas para las diferentes categorías de vino, de la gestión de la vendimia, así como un aumento de la eficiencia en el uso de agua en la vid que mejorará la sostenibilidad global del negocio de Sogrape. La idea que dio origen al proyecto i-GRAPE nació de la colaboración entre Sogrape e INL (Laboratorio Internacional Ibérico de Nanotecnología). Asimismo, el consorcio del proyecto cuenta con la participación de más de cuatro socios de Alemania, Italia y Portugal, y está íntegramente financiado por el programa Horizonte 2020 de la Unión Europea, con un presupuesto global de cerca de 3 millones de euros.

Proyectos

Un proyecto de Investigación y Desarrollo es un proceso organizado que utiliza la ciencia para probar hipótesis que expliquen un fenómeno o una observación. Los proyectos de I+D de Sogrape crean conocimiento y proporcionan tecnología, permitiéndole liderar los temas en los que identifica sus principales oportunidades de negocio.

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